martes, 18 de marzo de 2008

EL PODER DEL TACTO

Por favor tócame
Si soy tu bebé,
Tócame.
Necesito tanto que me toques,
No te limites a lavarme, a cambiarme
Los pañales y
Alimentarme,
Acúname cerca de tu cuerpo, besa mi
Carita y acaricia
Mi cuerpo.
Tu caricia relajante y suave expresa
Seguridad y amor

Si soy tú niño,
Tócame.
Aunque yo me resista y te aleje,
Persiste encuentra la manera de satisfacer
Mis necesidades.
El abrazo que me das por las noches endulza mis sueños.
Las formas en que me tocas durante el
Día me dicen como te sientes

Si soy tú adolescente,
Tócame
No creas que, porque sea casi adulto,
No necesito saber que aun me cuidas.
Necesito tus abrazos cariñosos y tu
Voz llena de ternura.
Cuando el camino se vuelve duro, el
Niño que hay en
Mi te necesita

Si soy tú amigo,
Tócame.
No hay nada que me comunique mejor
Tu cariño que
Un abrazo tierno.
Una caricia curativa cuando estoy deprimido
Me asegura que me quieres
Y me informa que no estoy solo
Y tu contacto pudiera ser el único que
Logre.

Si soy tu compañero sexual,
Tócame
Podrías creer que basta la pasión
Pero sólo tus brazos rechazan mis temores
Necesito tu toque de ternura que me
Da fe
Y me recuerda que soy amado porque
Soy como soy

Si soy tú hijo adulto
Tócame
Aunque tenga mi propia familia para
Tocar.
Aún necesito que me abracen mamá y
Papá cuando
Me siento triste,
Como padre yo mismo, mi visión ha
Cambiado
Y los valoro aún más

Si soy tu padre anciano,
Tócame
Como me acariciaban cuando yo era
Pequeño.
Coge mi mano, siéntate cerca de mí,
Dame tu fuerza,
Y calienta mi cuerpo cansado con tu
Proximidad.
Mi piel está arrugada, pero goza cuando
Es acariciada.

No tengas temor.
Sólo tócame.


Del libro “El poder del tacto”
Phyllis K. Davis (Ed. Paidos)